Infertilidad masculina: pruebas diagnósticas
La primera gran decisión que tiene que tomar una pareja cuando no consigue quedarse embarazada es recurrir a un especialista. Es una decisión importante y que en algunas ocasiones cuesta de tomar. En ocasiones, las dificultades para hablar sobre estos problemas pueden ralentizan el momento de dar el paso, y es muy importante no demorar la consulta con el especialista más tiempo que el recomendado.
Llegado el momento, el equipo de especialistas realiza diferentes pruebas médicas para poder realizar un diagnóstico de la situación y poder determinar cuál es el tratamiento más idóneo para cada caso. Es muy importante que estas pruebas se realicen a ambos miembros de la pareja, ya que el porcentaje de casos de infertilidad por un factor masculino es igual que los casos por un factor femenino, e incluso hay otro porcentaje importante en el que el problema está en ambos integrantes. El 20% de las esterilidades, son de origen mixto. Puedes consultar aquí las pruebas más comunes que se realizan a la mujer.
En Fecunmed contamos con un equipo de especialistas y la tecnología más avanzada para la realización de estas pruebas, por lo que tras el análisis de los resultados se podrá dictaminar cuál es el siguiente paso a seguir.
¿Qué puede causar la infertilidad masculina?
Hay tres principales causas que pueden derivar en un caso de infertilidad masculina: un factor genético, problemas de salud y los hábitos de vida del hombre.
En el primer y segundo caso no hay ningún tipo de prevención posible, pero en la tercera variante sí que se puede efectuar cambios en el estilo de vida que minimicen los efectos negativos para la fertilidad masculina, con la evitación del consumo de tóxicos y de la obesidad.
Entre las causas congénitas, están las y los desórdenes del desarrollo de la gónada. Entre las causas genéticas se pueden encontrar diversas enfermedades que afectan a la capacidad fértil del hombre, como la fibrosis quística, y tres síndromes diferentes, el de Klinefelter, el de Kallman y el de Kartagener. Estas enfermedades pueden comprometer significativamente la producción espermática. En cuanto a los desórdenes del desarrollo de la gónada, podemos encontrar trastornos del descenso de los testículos a las bolsas escrotales (criptorquídea) y procesos asociados a varicocele testicular
Otras enfermedades no hereditarias que pueden dañar el esperma son la diabetes, la insuficiencia renal o hepática, trastornos cardiovasculares o problemas de tiroides. Los desajustes hormonales también afectan a hormonas como la testosterona o las gonadotropinas, muy importantes en la generación de espermatozoides.
Además, algunos tratamientos para combatir enfermedades tienen como efectos secundarios la posibilidad de dañar la calidad espermática del hombre. La quimioterapia aplicada en procesos oncológicos o algunos medicamentos que afectan el perfil hormonal del varón, son un ejemplo. En estos casos, cuando la medicación es imprescindible para la salud del paciente, y si el hombre quiere ser padre en el futuro; se aconseja que congele una muestra de semen antes de iniciar el tratamiento, para poderla usar más tarde para fecundar el óvulo de su pareja.
Más allá de cuestiones relacionadas con el estado de salud del hombre, también hay aspectos medioambientales o de estilo de vida que pueden perjudicar la calidad espermática sin darnos cuenta. Una posible exposición a compuestos químicos de origen industrial o a radiaciones pueden dañar el esperma, así como hábitos poco saludables que puede tener el hombre como por ejemplo fumar, el consumo de drogas, o el exceso de cafeína. Llevar un ritmo de vida elevado con dosis de estrés tampoco es positivo para conseguir tener una buena movilidad espermática.
En cualquier caso, las dificultades para conseguir un embarazo por parte del hombre se focalizan en alguna alteración de los parámetros normales de la calidad o cantidad de esperma. Esta alteración puede venir provocada por problemas de movilidad o alteraciones morfológicas, e incluso también hay casos en los que en el eyaculado no se detectan espermatozoides. Esto último se puede deber a una falta absoluta de producción o a una obstrucción, o incluso agenesia, del conducto por el que se expulsan los espermatozoides.
¿Cómo se detecta un caso de infertilidad masculina?
Los especialistas en Reproducción Asistida recomiendan que una pareja pida una visita para analizar su salud reproductiva si lleva un año manteniendo relaciones sexuales de manera regular sin ningún tipo de protección, es decir, intentando conseguir un embarazo, y no lo han conseguido. En los casos en los que la mujer tenga más de 35 años este margen de tiempo se reduce a la mitad, ya que a partir de esta edad la mujer puede tener más dificultades.
Una vez se acude a buscar ayuda con un especialista, ambos miembros de la pareja se someten a diferentes pruebas para intentar detectar donde está el origen del problema. Son estos estudios diagnósticos los que permitirán al equipo médico detectar una posible alteración que perjudique la fertilidad del hombre.
Normalmente, cuando la infertilidad proviene de un factor masculino, el problema radica en la calidad y/o cantidad de espermatozoides que se pueden contabilizar en el eyaculado. El equipo médico de Fecunmed inicia la exploración del paciente confeccionando su historia clínica. Se interesa por antecedentes médicos suyos y de sus familiares más allegados, así como también del estilo de vida del paciente. Una exploración táctil en la zona testicular también puede ayudar al médico en su diagnóstico, ya que con el tacto se pueden percibir algunas alteraciones.
¿Qué pruebas diagnósticas hay para poder evaluar la fertilidad masculina?
Más allá de estas exploraciones previas, el equipo médico de Fecunmed también cuenta con la última tecnología para poder realizar diferentes pruebas para detectar alteraciones. La más habitual, sencilla y de primera instancia, es el seminograma. El hombre tiene que eyacular en un recipiente para el posterior análisis de la muestra en el laboratorio. Con esta prueba se puede evaluar la cantidad de espermatozoides, su movilidad y su morfología. Esta prueba, se puede complementar con una pequeña biopsia testicular; una prueba muy sencilla y escasamente molesta que puede aportar mucha información en algunos determinados casos.
En función de los resultados obtenidos en el seminograma, se evalúa la posibilidad de realizar otras pruebas.
En caso de apreciar una cantidad anormalmente baja de espermatozoides del eyaculado (oligospermia), será preceptivo, además de la exploración clínica andrológica, un estudio analítico en sangre de factores hormonales y genéticos.
Si se observa una presencia anormalmente elevada de leucocitos en el semen, superior a un millón/ml, se considera que hay la posibilidad de que exista una infección por lo que se realiza un cultivo del semen para detectar la presencia de microorganismos y determinar de qué tipo son.
Para analizar evaluar la calidad de los espermatozoides y, sobre todo, saber cuántos de los obtenidos pueden usarse en un proceso de reproducción asistida, se realiza un Test de capacitación, que consiste en eliminar los fluidos y sustancias presentes en la muestra para poder realizar el recuento de espermatozoides móviles (recuento conocido con las siglas REM) y poder determinar cuántos de ellos podrán usarse en un tratamiento.
Como hemos comentado antes, en algunas ocasiones no se detectan espermatozoides en el eyaculado. Esto no significa que el hombre no genere espermatozoides, ya que puede deberse a una obstrucción o la ausencia de los conductos por los que se desplazan en el momento de eyacular (conductos deferentes). En estos casos, los espermatozoides se pueden obtener con una biopsia testicular.
Un análisis genético directo de los espermatozoides del semen también es una prueba muy útil en los casos en los que se sospeche un factor citogenético. Este análisis se realiza analizando secuencias específicas de ADN en los espermatozoides a través de una técnica conocida con las siglas FISH (Hibridación Fluorescente In Situ); así como como también se puede estudiar la integridad del ADN espermático, a través de tests de fragmentación de su cadena.
Aunque las causas de infertilidad en el hombre son muy diversas, como en el caso de la mujer, la afectación se centra en la calidad y cantidad de espermatozoides con los que cuenta el hombre. Todo radica aquí. Es importante, eso sí, determinar cuál es la causa y como se pueden minimizar sus consecuencias, y esto se consigue a través de todas las pruebas que hemos destacado aquí.
Aunque en un caso de infertilidad en la pareja se tienda a pensar que el problema radica en la mujer, los porcentajes de afectación de ambos miembros de la pareja están repartidos de manera muy equitativa. Por eso es muy importante que el hombre también se someta a las pruebas diagnósticas que recomiendan los especialistas, ya que con las técnicas avanzadas con las que contamos en Fecunmed hay un elevado porcentaje de posibilidades de detectar el problema.
En los casos en los que no se consiga determinar qué provoca los problemas de fertilidad hay técnicas para iniciar el camino hacia la maternidad. Estos casos son los que se conocen como infertilidad con causa desconocida. Los especialistas, en función de las características que conozcan de cada caso, decidirán qué tratamiento puede ser más efectivo en un futuro proceso de reproducción.
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